PROCESO COLONIZADOR
Área Rural, Municipio de San Carlos. |
La fundación del municipio de San Carlos en el año 1.787
correspondió al proyecto económico elaborado por don Juan Antonio Mon y Velarde
y a la preocupación de la élite intelectual
antioqueña de la independencia por crear las condiciones necesarias para
fortalecer el desarrollo mercantil, sustentado sobre la explotación y la
exportación del oro, la generación de un desarrollo agrario que garantizara los
abastecimientos para los mineros grandes y pequeños que se desplazaban a lo
largo de las cuencas de los ríos y la conformación de una red de caminos que
ligara los poblados comerciales (Medellín, Rionegro y Santa Fé de Antioquia),
con el Rio Magdalena y con el exterior. San Carlos se enmarca pués en la lógica
mercantil y minera y se funda como un lugar de descanso y aprovisionamiento
para los rescatantes y sus recuas que se desplazaban a las bodegas del Nare por
el legendario camino de Juntas y posteriormente por el camino de Islitas.
Municipio de San Carlos. |
Desde su fundación, el territorio de San Carlos queda
inscrito en la polaridad histórica que marca el desarrollo de la región del
oriente en la confrontación Rionegro-Marinilla, que supone dos contextos
étnicos socioculturales, económicos y políticos diferentes y antagónicos, cuyos
enfrentamientos y divergencias marcaron para bien ó para mal la vida de esta
región. La polaridad de corte regional se reproduce en el interior del territorio
San Carlitano con la fundación de una población alterna, El Jordán, realizado
por colonos excluídos del círculo de poder de los fundadores de San Carlos. Los
colonos de El Jordán forman pués un círculo de poder local mediante una nueva
fundación más ligada, con el “país rionegrero” y que compite con San Carlos por
el control territorial, por el manejo de los procesos mercantiles y por la
preeminencia político institucional en el contexto administrativo de la vieja
provincia, confrontación acentuada por diferencias político-partidistas que
llegan hasta hoy. La población de San Carlos por el contrario, corresponde a la
influencia “del país marinillo” y se gesta en la matriz sociocultutral y
política de este pueblo histórico compartiendo con el su religiosidad, la
influencia del clero y de la parroquia, la posición rebelde, aguerrida y
militante; el sentido patriótico y la vigencia de prejuicios con relación a los
negros y los mulatos y la desconfianza frente a procesos modernizantes y
liberalizantes. Esta identificación con el ethos sociocultural marinillo se
acentúa en la independencia cuando participaron con Marinilla en la formación
de ejércitos voluntarios para luchar contra el poder español y cuando
acompañaron a esta población en su lucha contra el General José María Córdoba y
a favor de Bolívar en los enfrentamientos de este general con Francisco de
Paula Santander, en la segunda década del siglo XIX. Desde allí, arranca la
adscripción de San Carlos al partido conservador que más que una opción
política es un elemento de identidad local y regional reforzado por los “odios
heredados” de la guerras civiles decimonónicas en las cuales los Sancarlitanos
estuvieron presentes y en algunas de ellas con papel protagónico.
Municipio de San Carlos. |
El proceso colonizador no se agota en el siglo XIX, es un
continuum, un eje de pervivencia histórica en todo el oriente y más importante
aún para la población de San Carlos situada en esa frontera histórica que
separa los dos modelos colonizadores, los dos esquemas de poblamiento y
apropiación territorial y el viejo país antioqueño decimonónico localizado en
el área central del departamento del nuevo país, ese que está surgiendo en las
planicies (Urabá) y las hoyas de los ríos Cauca y Magdalena.
Los procesos
colonizadores recientes incrementados a partir del llamado período de la
violencia, corresponden a una lógica diferente; a la lógica política de la
exclusión del contrario, del enfrentamiento partidista y de sectores sociales,
a la lucha por el control territorial que propició los grandes movimientos de
población de sus lugares de origen en una doble dirección, hacia las grandes
ciudades (proceso de urbanización) y hacia zonas de frontera, para el caso de San
Carlos, la zona del Magdalena Medio y la rivera de los rio Samaná y Nare.
Este proceso de colonización coactiva ó de la guerra
obedece más a criterios estratégicos de ataque, exclusión y defensa de
proyectos económicos y socioculturales como los atrás descritos. La población
desarraigada por la vorágine de la violencia que se orientó hacia las zonas de
frontera, se localizó en territorios controlados por sus copartidiarios
políticos y a partir de allí se gestó un proceso de asentamiento poblacional
coactivo, polarizado, guerrerista y sin mayor presencia del Estado para resolver
oportunamente las demandas de los pobladores.
REFERENCIAS:
Determinantes sociales y culturales de la planeación en
la región Rio Negro – Nare, municipio de San Carlos, centro de investigaciones
facultad de ciencias sociales, universidad de Antioquia, Medellín 1988.
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